Atención educadores: este artículo es para que ayudéis a vuestros alumnos de la mejor manera posible, preparándoles para los retos personales y profesionales que les esperan. Una forma de hacerlo es enseñando el espíritu empresarial. Eso no significa enseñarles a crear una empresa, sino mostrarles cómo pensar empresarialmente y tener la ambición y la creatividad necesarias para iniciar proyectos y comprometerse con ellos.
Siga leyendo mientras exploramos los beneficios de la educación empresarial, algunas ideas para plantar la semilla y formas de hacer de su espacio de enseñanza un entorno más favorable a los emprendedores.
A través de las clases de iniciativa empresarial, los estudiantes se convierten en colaboradores más eficaces y mejores solucionadores de problemas, sintiéndose seguros e intrigados cuando se les pide que innoven. Recuerda que las habilidades que aprenderán desempeñando el papel de jóvenes emprendedores también les ayudarán en casa, con sus compañeros y en el futuro de sus estudios y carreras. Los emprendedores saben que los obstáculos son oportunidades y los contratiempos son lecciones, y ésta es quizá la mayor lección que hay que enseñar: cómo encontrar el crecimiento en cada acontecimiento.
Las otras habilidades útiles para el desarrollo son:
Los estudiantes que saben pensar de forma creativa y crítica son capaces de resolver problemas con mayor rapidez y eficacia que sus rivales, lo que les ayuda a prepararse para los rigores de la vida. Puedes iniciar este proceso guiando a tus alumnos hacia un cambio de mentalidad. He aquí algunas ideas:
¿Qué mejor lugar para empezar a hacer que los estudiantes piensen empresarialmente que una situación gamificada que combine tecnología familiar con escenarios únicos? Se pedirá a los estudiantes que tomen decisiones críticas, sopesen diversos datos y gestionen las posibles consecuencias de sus decisiones.
Las simulaciones empresariales están pensadas para estudiantes de más edad, quizá universitarios, o para los que cursan estudios profesionales. Dicho esto, los estudiantes más jóvenes también pueden acceder a simulaciones que ponen a prueba sus habilidades de liderazgo, de toma de decisiones y de comunicación.
Ponte en contacto con StratX hoy mismo para averiguar qué simulaciones son las mejores para llevar a su aula. A tus alumnos les encantará esta sensación de competición, los retos que deben superar y cómo tienen que trabajar juntos y desempeñar diferentes papeles para tener éxito. Hemos descubierto que es la mejor manera de hacer que los alumnos piensen empresarialmente.
A la gente de todas las edades le encanta quejarse, pero a los estudiantes se les da especialmente bien. Desde las rabietas de los niños de guardería hasta las concentraciones organizadas de estudiantes universitarios motivados, existe una plataforma para las quejas en todos los niveles educativos. ¿Es eso tan malo? Las quejas son información sobre cosas que no se están haciendo tan bien como se podría. Son el primer paso para hacer cambios.
Cuando los estudiantes se sienten escuchados, es más probable que innoven y compartan sus ideas. Utilízalo para crear una plataforma de cambio en tu centro educativo.
Tu trabajo como educador consiste en romper las reglas tradicionales del aprendizaje didáctico, según las cuales los profesores transmiten información a los alumnos y ellos deben recordarla o aplicarla. La educación tradicional sencillamente no favorece el comportamiento emprendedor, ya que mide a todos los alumnos por el mismo rasero y les pide que aprendan obedientemente y piensen igual que los demás. Al venir aquí a leer este artículo, estás en camino de romper este patrón que ahoga la creatividad y la resolución de problemas. Eso lo admiramos. Mucha suerte.